Los Celtas En La Península Ibérica

Los Celtas en la Península Ibérica

Origen de los Celtas

Los Celtas fueron un antiguo pueblo indoeuropeo que se originó en la Edad de Hierro en Europa Central. Se cree que se expandieron por toda Europa occidental y central, incluyendo la Península Ibérica, entre los siglos V y I a.C.

La llegada de los Celtas a la Península Ibérica

Los Celtas llegaron a la Península Ibérica alrededor del siglo V a.C. Se establecieron en la región noroeste de la península, principalmente en lo que hoy es Galicia, Asturias, parte de León y norte de Portugal. También hay evidencias de su presencia en otras partes de la península, como en el levante y en el sur de España.

Cultura Celta en la Península Ibérica

Los Celtas dejaron una huella profunda en la Península Ibérica, tanto en términos de su lengua, tradiciones y arqueología. Su cultura se caracterizaba por la agricultura, la metalurgia, los asentamientos fortificados y su arte distintivo, que incluía elementos como los torques (collares) de oro y los motivos zoomorfos.

Religión y Mitología Celta

La religión y mitología celta era rica en deidades y creencias relacionadas con la naturaleza, el sol, la luna y diferentes animales sagrados. Algunos de los dioses más conocidos de la mitología celta incluyen a Lug, Morrigan, Dagda y Brigid.

Desaparición de los Celtas en la Península Ibérica

La desaparición de los Celtas en la Península Ibérica es un tema debatido entre los historiadores. Se cree que a medida que el Imperio Romano se expandía, los Celtas fueron asimilados gradualmente por esta cultura, adoptando su lengua y costumbres. Sin embargo, también hay evidencias de que algunas poblaciones celtas lograron resistir la romanización y mantuvieron su identidad durante más tiempo.